"Es mejor esperar que sobrepasar el peso: la necesidad de una nueva política de pesaje en el boxeo."
El 15 de noviembre, Mike Tyson, de 58 años, se enfrentará a Jake Paul, quien es significativamente más joven. A pesar de la nostalgia que genera Tyson, su regreso al ring es cuestionable, dado que su última etapa en el boxeo profesional fue hace casi dos décadas. La expectativa de un combate entre estos dos genera controversia, pero muchos aficionados se centran en la pelea co-principal entre Katie Taylor y Amanda Serrano.
Además, el 9 de noviembre, el boxeo se vio envuelto en otra polémica cuando Gustavo Lemos subió al ring para pelear contra Keyshawn Davis, a pesar de haber fallado en la báscula por 6 libras. Este tipo de situaciones sigue poniendo en tela de juicio la regulación y el manejo de los pesos en el deporte.. Keyshawn Davis demostró su calidad al vencer a Lemos con una contundencia impresionante, dejando claro que es un boxeador a tener en cuenta.
Sin embargo, la verdadera historia es que Lemos no debería haber estado en el ring, ya que su peso estaba muy por encima del límite de la categoría ligera. A pesar de que algunos insisten en que fue un combate de peso ligero, Lemos se asemejaba más a un supermediano. Davis mostró su habilidad al desmantelar a Lemos, pero el resultado podría haber sido muy diferente si uno de los golpes de Lemos hubiera conectado de lleno.
La suerte estuvo de lado de Davis, pero el boxeo no debería recibir elogios por este tipo de enfrentamientos. En el pasado, hemos visto situaciones similares donde boxeadores más pesados han dominado a sus oponentes, lo que resalta la necesidad de un control más riguroso en el peso.. Top Rank lanzó el video completo de la pelea Corrales-Castillo II en septiembre, donde los comentaristas quedaron asombrados tras el impactante gancho de izquierda de Castillo.
Aunque se mencionó que Castillo no recuperaría el título por no dar el peso, su sonrisa tras la victoria indicaba que no le importaba mucho. Previo a su trilogía con Corrales, Castillo volvió a fallar en el pesaje, lo que llevó a un furioso Corrales a cancelar el combate. Muchos boxeadores, por su naturaleza competitiva, prefieren no cancelar una pelea, incluso si eso significa arriesgarse a perder.
La presión de no decepcionar a los fanáticos y mantener su reputación a menudo pesa más que el riesgo de enfrentar a un oponente en desventaja.. La valentía de los boxeadores exige que se implementen medidas de seguridad para proteger a los luchadores. En situaciones de desventaja, como cuando un rincón lanza la toalla o el árbitro detiene la pelea, estas acciones han salvado vidas, a pesar de la controversia que rodea decisiones pasadas, como la de Richard Steele en el combate entre Meldrick Taylor y Julio César Chávez.
Los boxeadores poseen un umbral de dolor excepcional, lo que hace necesario que no sean ellos quienes decidan todos los aspectos de una pelea. Sin embargo, el boxeo no aplica este principio en aspectos como el peso, donde la búsqueda de ganancias económicas prevalece. En un mundo ideal, la regla sería clara: si un boxeador no da el peso, la pelea se cancela. Ambos luchadores han acordado un límite de peso, y al violarlo, se pierde el derecho a competir.
. En una reciente pelea, Davis demostró su superioridad al vencer a Lemos de manera contundente, evidenciando la amplia brecha de habilidades entre ciertos boxeadores. La falta de peso debería llevar a la cancelación de combates, y se sugiere que los pesajes se realicen justo antes de entrar al ring para asegurar que los boxeadores compitan en su categoría de peso saludable. Sin embargo, esto podría resultar en muchas cancelaciones, lo que descontentaría a los aficionados.
La victoria de Davis no solo resalta su potencial, sino que también evita otro escándalo en el boxeo, un deporte que tiende a olvidar rápidamente sus controversias en medio de la acción.