Gilberto Ramírez se corona campeón unificado de cruceros tras una intensa victoria por decisión sobre Chris Billam-Smith

Gilberto Ramírez se coronó campeón unificado de peso crucero al vencer a Chris Billam-Smith y agregar su cinturón de la WBO al de la WBA. En una pelea intensa de 12 rounds en Riyadh, Ramírez se llevó la victoria por decisión unánime con tarjetas de 116-112 dos veces y 116-113, mostrando un gran nivel de boxeo. A pesar de recibir mucho castigo, Billam-Smith nunca se rindió y mantuvo su ritmo. Ramírez, con su estilo ágil y difícil de alcanzar, se posiciona ahora para un enfrentamiento importante contra el campeón de la IBF, Jai Opetaia.

Me siento genial, soy un verdadero campeón y todos lo vieron, declaró Ramírez. Quiero unificar con todos los campeones, ese es mi objetivo principal. La pelea comenzó bien para Billam-Smith, quien utilizó su mano derecha contra el zurdo Ramírez, aunque este último respondió con un golpe al cuerpo como advertencia.. En un combate emocionante, Billam-Smith intentó aprovechar cada oportunidad para lanzar golpes, pero fue Ramirez quien cerró el primer round con un buen zurdazo.

En el segundo, la experiencia de Ramirez se hizo evidente, encontrando espacios y combinando con fluidez, lo que le permitió dominar la pelea. Aunque Billam-Smith conectó algunos ganchos, Ramirez comenzó a dictar el ritmo, obligando al inglés a defenderse de sus potentes golpes. El tercer round fue intenso, con ambos boxeadores intercambiando golpes, pero Billam-Smith se vio obligado a luchar contra la corriente.

En el cuarto, la presión de Ramirez aumentó, y Billam-Smith sufrió un corte cerca del ojo izquierdo. Su entrenador, Shane McGuigan, le pidió que mantuviera a Ramirez a la defensiva, pero el campeón mostró precisión y energía, sin signos de desacelerar.. En un intenso combate, Billam-Smith comenzó a presionar a Ramirez en el quinto asalto, conectando uppercuts y trabajando en la corta distancia. Sin embargo, Ramirez respondió con contundencia, castigándolo cuando se acercaba demasiado.

El mexicano mostró su capacidad al cerrar el round con golpes al cuerpo y la cabeza. En el sexto, un recto de izquierda hizo retroceder a Billam-Smith, quien, a pesar de sus esfuerzos, no pudo evitar que Ramirez contraatacara con estilo, sin descuidar el trabajo al cuerpo. La pelea se tornó agotadora y Billam-Smith terminó con una herida en el ojo al sonar la campana. El médico revisó la herida al inicio del séptimo asalto, permitiendo que Billam-Smith continuara.

Con determinación, logró empujar a Ramirez temporalmente, pero el mexicano se mostró ágil, esquivando golpes y respondiendo con fuerza. En el octavo, un gancho de derecha desestabilizó a Billam-Smith, quien, aunque seguía golpeando, recibió más castigo de su oponente.. La pelea fue dura y brutal, con Billam-Smith quedando rezagado en las tarjetas de puntuación. A pesar del castigo recibido, su determinación se mantuvo firme, logrando conectar un golpe bajo el codo izquierdo de Ramirez, aunque fue solo un alivio momentáneo.

El décimo asalto fue mejor para el británico, lo que llevó al rincón de Ramirez a pedirle que aumentara el ritmo. En el undécimo, un choque de cabezas dejó a Billam-Smith con una herida en el ojo izquierdo. Su entrenador, McGuigan, le instó a ser más agresivo y no darle oportunidades a su oponente. Billam-Smith intentó avanzar, pero Ramirez mostró un estilo impredecible que complicó su estrategia. En el último asalto, Ramirez dominó, mientras Billam-Smith se esforzaba por conectar con todo lo que tenía.

Ambos luchadores intercambiaron golpes hasta que sonó la campana, cerrando una pelea intensa.. Billam-Smith expresó su respeto hacia su oponente tras una derrota. Reconoció la necesidad de evaluar su desempeño y seguir mejorando.