"Los mecánicos de F1 enfrentan una prueba crucial de 150 minutos en cada carrera."
Antes de la clasificación del Gran Premio, los mecánicos de la Fórmula 1 enfrentan una tarea crucial: desmantelar y volver a armar dos coches tras cada sesión de FP3 o carrera sprint, incorporando ajustes finales y reparaciones. En un fin de semana típico, este proceso debe completarse en solo 150 minutos. Matt Thompson, mecánico principal de Nico Hulkenberg en Haas, destaca la importancia de esta labor, ya que es la última oportunidad para trabajar en el coche antes de que entre en parc fermé, donde no se pueden realizar cambios.
Durante el reciente Gran Premio de México, se observó cómo se lleva a cabo este proceso en Haas y los desafíos que pueden surgir si algo inesperado ocurre.. En el garaje del equipo Haas F1, la actividad es intensa mientras concluye la tercera práctica libre en la Ciudad de México. Los pilotos Nico Hulkenberg y Kevin Magnussen aún están en pista cuando el equipo se prepara para una práctica de doble parada.
El gerente del equipo, Peter Crolla, junto al director Ayao Komatsu, observa de cerca el proceso. Hulkenberg regresa primero y recibe un rápido cambio de neumáticos, seguido por Magnussen. La atención está centrada en la eficiencia del equipo mientras se preparan para la carrera.. En el garaje de Haas, los mecánicos trabajan a toda velocidad tras la sesión de prácticas libres. Elliot Parkes, jefe de mecánicos del coche 20 de Magnussen, y su colega Thompson, encargado del coche 27 de Hulkenberg, dan instrucciones para desmantelar los vehículos.
La atención se centra en una prueba del T-Tray, un componente que generó controversia en Red Bull la semana anterior. Parkes aclara que se trata de un procedimiento rutinario para asegurar que los coches cumplan con las regulaciones. En cuestión de minutos, el equipo se mueve con agilidad, levantando el coche de Magnussen y, poco después, el de Hulkenberg. A los 12 minutos de haber comenzado, ambos coches están elevados, mientras un reloj en la pantalla del garaje marca la hora del almuerzo.
. Durante el receso de almuerzo en el evento de F1, se informa a los mecánicos que pueden aprovechar para comer en la hospitalidad del paddock. Mientras tanto, los equipos trabajan en sus coches, retirando la carrocería para colocar un acolchado amarillo en los radiadores, lo que ayuda a proteger tanto del calor como de posibles daños. Thompson explica que un simple descuido, como dejar caer una herramienta, podría causar una fuga y complicar el trabajo en el tiempo limitado que tienen.
Apenas 15 minutos después de comenzar esta fase crítica, el equipo de Magnussen retira las cubiertas de los frenos, revelando un recubrimiento de esponja naranja. Parkes, parte del equipo, indica que tras realizar una prueba en el t-tray, revisarán el suelo del coche para hacer algunos ajustes necesarios. Ambos, Parkes y Thompson, se comunican a través de un chat en sus computadoras para seguir sus listas de verificación.
. En el garaje de Haas, se llevan a cabo ajustes y revisiones en los autos de Fórmula 1, siguiendo un protocolo colorido que indica las tareas realizadas y las pendientes. Tras la tercera práctica libre FP3, se retira la tabla del auto de Kevin Magnussen para medir el desgaste, un procedimiento habitual tras alcanzar velocidades de hasta 217 mph en el circuito mexicano. El ingeniero Thompson explica que esta medición es crucial para asegurar que los componentes cumplan con las regulaciones antes de la clasificación.
A los 30 minutos de finalizada la FP3, se observa que el piso y el difusor del auto de Hulkenberg han sido retirados, mientras que el de Magnussen es transportado por dos mecánicos, evidenciando la magnitud de estos vehículos. La actividad en el garaje es intensa, con el motor del auto de Hulkenberg encendiéndose, marcando el ritmo de la preparación para la competencia.. En el garaje de Haas, los ingenieros trabajan en los autos mientras el equipo se prepara para la clasificación.
El coche de Nico Hulkenberg, que permanece en silencio, es revisado por un técnico de Fórmula Uno que ajusta la cámara trasera. Mientras tanto, el equipo realiza ajustes en el alerón delantero del coche 27, bajo la supervisión del ingeniero de carrera, Gary Gannon. Gannon menciona la importancia de las rigurosas verificaciones de legalidad que deben realizarse en los ajustes antes de la clasificación.
La actividad es intensa, con el objetivo de estar listos para la competencia.. En el paddock, tras la sesión de prácticas libres, el equipo se concentra en ajustar el alerón delantero de Magnussen, asegurándose de que cumpla con las especificaciones de la FIA para evitar problemas como los que enfrentó Williams en Zandvoort. Gannon menciona que los ajustes pueden ser tan precisos como 0.01 mm, lo que implica un delicado equilibrio entre rendimiento y cumplimiento.
Mientras el ambiente se mantiene tranquilo, un grupo del Paddock Club llega a observar, lo que genera más expectación. A medida que se acerca la hora tras la práctica, el coche de Magnussen está listo, pero el de Hulkenberg aún requiere atención. Thompson comenta que han realizado algunas reparaciones y un cambio de frenos, destacando que aunque no son grandes problemas, todos los detalles cuentan.. Nico Hulkenberg, del equipo Haas F1, expresó su preocupación sobre los frenos antes de la carrera, destacando la importancia de abordar cualquier duda con precaución.
Mientras tanto, el director del equipo, Brown, revisaba un mapa 3D de los sistemas de frenos en su computadora. A medida que los mecánicos trabajaban en el coche de Hulkenberg, un inspector de la FIA llegó para evaluar la cubierta del motor, seguido de más inspecciones por parte de otros oficiales. La atención al detalle es crucial en el garaje, donde cada minuto cuenta.. En el paddock, los técnicos realizan revisiones en los monoplazas de Hulkenberg y Magnussen, utilizando teléfonos para escanear códigos QR que aseguran el cumplimiento del límite de costos.
Se verifica que las piezas hayan sido adquiridas y facturadas correctamente. A 70 minutos de finalizar la sesión de prácticas libres, se reinstalan los tambores de freno en el auto de Hulkenberg, mientras que el piso del monoplaza de Magnussen se coloca poco después. En el garaje vecino, un Sauber arranca con fuerza, añadiendo ruido al ambiente. Un tercer inspector de la FIA llega y examina minuciosamente el alerón trasero de Magnussen, incluso bromeando con el personal.
A medida que se acerca el final de la revisión, el piso del auto de Magnussen es llevado de regreso al garaje para su instalación.. En el garaje de Haas, la presión se siente a medida que se acerca la clasificación. Mientras dos mecánicos disfrutan de un plato de quesadillas, el equipo trabaja sin descanso para preparar el coche de Hulkenberg. Gene Haas, propietario del equipo, supervisa la escena justo antes de que se complete la instalación de la carrocería del monoplaza.
Con 120 minutos transcurridos desde el final de la tercera práctica, el ambiente se intensifica. Un nuevo temporizador de 30 minutos cuenta hacia atrás, y los ajustes en la suspensión ya no son posibles si quieren que el coche salga a tiempo para la Q1. A 28 minutos del inicio, los comisarios regresan para colocar etiquetas en las partes clave de ambos coches, centrándose en alerones y el fondo plano.
La tensión aumenta, pero el equipo mantiene la calma.. En el ambiente de la Fórmula 1, las condiciones de parc fermé impiden realizar cambios en los autos una vez que se cierra la sesión de clasificación. Esto ha llevado a la implementación de medidas como la colocación de etiquetas en ciertas partes del vehículo, como los skids, para evitar modificaciones ilegales. Mientras tanto, en el garaje de Haas F1, el equipo trabaja intensamente.
Con 27 minutos restantes, el cuerpo del auto de Magnussen está completamente ensamblado, mientras que el de Hulkenberg se prepara para ser bajado al suelo. Sin embargo, a falta de 26 minutos, la actividad se intensifica alrededor del auto de Magnussen, sugiriendo que algo inesperado está por suceder.. En un momento crítico para el equipo Haas F1, un representante de Ferrari sugirió un cambio de última hora en el coche de Magnussen, lo que llevó a los mecánicos a desmantelar parte de la carrocería.
A pesar de la presión del tiempo, lograron completar el trabajo justo a tiempo. Con solo 15 minutos para el inicio de la sesión, la tensión aumentó cuando las pantallas del equipo cambiaron de color, indicando que era hora de prepararse para salir a la pista. A medida que se acercaba el momento de la clasificación, el director del equipo, Ayao Komatsu, recordó a todos la importancia de alcanzar la Q3.
Mientras tanto, Hulkenberg se preparaba para la acción, ajustándose el casco y el balaclava en medio de las últimas conversaciones con su equipo.. En la previa de la clasificación, el equipo Haas se enfrentó a un contratiempo inesperado. A pesar de que la tercera práctica FP3 había transcurrido sin problemas, un fallo en una de las luces de lluvia del alerón trasero generó preocupación. El ingeniero Thompson relató que, a solo diez minutos del inicio de la sesión, se dieron cuenta de que el problema era más complejo de lo que parecía, ya que se trataba de un fallo en el cableado.
Con el tiempo en contra, el equipo tuvo que realizar un cambio de alerón en solo diez minutos, cuando normalmente este proceso toma media hora. La presión estaba al máximo mientras se preparaban para la clasificación.. En Haas, el equipo tuvo que unirse rápidamente para cambiar el ala del coche, lo que resultó en un retraso de solo 30 segundos. A pesar de la presión, el ambiente se mantuvo relajado hasta ese momento.
Parkes destacó que la carga de trabajo es mayor en comparación con otros equipos, especialmente durante los fines de semana sin sprint, donde el cambio de motores y cajas de cambios tras la segunda práctica implica más tareas. Sin embargo, enfatizó que después de la tercera práctica, es crucial evitar errores.