Verstappen casi arrasa el garaje de Red Bull antes de brillar en Brasil

Max Verstappen vivió una montaña rusa de emociones el domingo, pasando de la frustración tras una mala clasificación a la euforia de ganar en Brasil. El piloto de Red Bull no pudo avanzar a Q3 debido a una interrupción en Q2, lo que lo dejó en el 12° lugar y, tras una penalización de cinco puestos, comenzó la carrera en el 17°. Sin embargo, logró escalar posiciones y, al no entrar a pits durante la bandera roja, cambió neumáticos y mantuvo el segundo lugar en la reanudación de la carrera.

. Max Verstappen dominó el Gran Premio de Brasil tras superar a Esteban Ocon en el segundo reinicio del Safety Car. El líder del Campeonato se impuso con una ventaja de 19 segundos, ampliando su ventaja en la clasificación a 62 puntos. El director del equipo Red Bull, Christian Horner, destacó la inusual alegría de Verstappen en el podio, quien pasó de la frustración a la celebración en pocas horas. Verstappen, que partió desde la posición 17, reconoció que las emociones del día fueron extremas, desde la ira hasta la victoria.

A pesar de las dificultades en la clasificación, el piloto mostró un gran desempeño en la carrera, comenzando con un buen arranque que fue clave para su éxito.. En la primera vuelta, el piloto se mostró optimista al ir superando a varios competidores. Sin embargo, se encontró atrapado detrás de Yuki Tsunoda, lo que lo llevó a mantener la calma. A medida que avanzaba la carrera, las condiciones se complicaron con la lluvia, y aunque algunos decidieron entrar a pits, él optó por quedarse en pista, lo que resultó arriesgado.

Observó a Esteban Ocon volar en la pista, mientras él se concentraba en mantener el control del auto. Las condiciones se volvieron extremas, llegando a ser casi incontrolables, lo que lo llevó a comparar su experiencia con la de conducir un barco.