Un exárbitro denuncia problemas culturales en el fútbol antes de la huelga de Cardiff

Sean Regan, exárbitro de fútbol galés, ha revelado que el abuso recibido durante su corta carrera de seis meses lo llevó a cuestionar si valía la pena continuar. A sus 40 años, Regan destacó un grave problema de cultura en el deporte y expresó que no se puede estar orgulloso de formar parte del fútbol. En respuesta a esta situación, un grupo de árbitros de base ha decidido no dirigir partidos este fin de semana, lo que ha llevado a dos ligas en Cardiff, la Cardiff Combination League y la Lazarou Cardiff Sunday League, a posponer sus encuentros en solidaridad.

La Cardiff and District League ha dejado la decisión en manos de los equipos. Regan, quien fue profesor de deportes y entrenador antes de convertirse en árbitro, se sintió abrumado por el atroz comportamiento de los jugadores.. El árbitro Mr. Regan expresó su descontento con el comportamiento del cuerpo técnico de un equipo, que afectó la seguridad de los oficiales durante los partidos. Relató un incidente en el que un jugador le advirtió que un compañero iba a agredirlo si continuaba señalando faltas.

Aunque disfrutaba de su labor, decidió dejarla porque no quería sentirse en una situación de peligro. Su decisión se alinea con la huelga de árbitros programada para el 2 y 3 de noviembre, que afectará varios partidos en tres ligas. Los jugadores, como Evan Emer del CPD Treganna, apoyan la causa, reconociendo que la salud y seguridad de los árbitros es primordial, aunque algunos dudan de la efectividad de la huelga.

. Cobi Flowers, del Cardiff Sparta, afirmó que el cambio en el fútbol local debe venir desde arriba. Mientras tanto, las ligas Cardiff Combination y Lazarou Sunday han suspendido todos sus partidos este fin de semana en apoyo a los árbitros. Sin embargo, algunos encuentros de la Cardiff and District League se llevarán a cabo. La Lazarou League expresó su respaldo a la postura de la Referee Society, mientras que la Cardiff Combination Football League CCFL condenó la violencia y el abuso hacia los árbitros, pero dejó a cada árbitro la decisión de participar en la protesta.

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