Aryna Sabalenka y su dolorosa derrota en el Abierto de Australia

Aryna Sabalenka vivió una de las pérdidas más desgarradoras de su carrera en el Abierto de Australia. La tenista bielorrusa aspiraba a convertirse en la primera mujer desde Martina Hingis en 1999 en ganar el primer Grand Slam del año en tres ocasiones consecutivas.

Un camino casi perfecto hacia la final

La número uno del mundo solo cedió un set en su camino hacia el partido por el título, siendo la favorita para alzarse con el trofeo.

Sin embargo, su oponente, Madison Keys, tenía otros planes y ofreció una de las mejores actuaciones de su carrera. Keys selló una victoria memorable con un marcador de 6-3, 2-6, 7-5, poniendo fin a la racha de 20 partidos ganados de Sabalenka en el Abierto de Australia.

La reacción de Sabalenka tras la derrota

Después de su primera derrota en el Abierto de Australia desde 2022 y de perder la oportunidad de hacer historia, Aryna Sabalenka tuvo una reacción intensa.

Tras estrechar la mano de Keys en la red, rompió su raqueta y abandonó la cancha, regresando más tarde para la ceremonia de premiación.

Un enfrentamiento de poder y agresividad

No es común que la cabeza de serie número uno se enfrente a una jugadora que combine poder y agresividad como lo hizo Keys. La estadounidense mostró su mejor tenis en los momentos cruciales, algo que Sabalenka suele hacer con sus oponentes.

Preparación para el Qatar Open

La tenista de 27 años está programada para jugar en el Qatar Open, su primer evento desde la devastadora derrota en Australia. Antes de su primer partido, Sabalenka compartió que le tomó al menos una semana recuperarse de la pérdida en un torneo donde ha sido tan dominante en los últimos años.

Reflexiones sobre la derrota

“Esta fue la más difícil.

Creo que durante una semana estuve pensando en ese partido”, comentó la cabeza de serie del Qatar Open. “Honestamente, al mirar hacia atrás y pensar en esos dos juegos perdidos [en el set final], no hice nada mal. Ella simplemente jugó increíble, y fue su día; no hay nada de qué arrepentirse. Creo que ahora estoy completamente recuperada después de ese duro partido.