La polémica por la asistencia de espectadores marca el rumbo
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El debut de las WTA Finals en Arabia Saudita enfrenta dificultades. A pesar de contar con las ocho mejores jugadoras del mundo y precios de entradas bajos, las gradas permanecen casi vacías. La WTA firmó un acuerdo de tres años con la Federación Saudita de Tenis para celebrar este torneo en Riad, que se lleva a cabo en el King Saud University Indoor Arena. Esta es la primera vez que el país alberga estas finales, lo que ha generado críticas por su postura conservadora en temas de derechos de las mujeres y libertad de expresión.
El extenista británico Tim Henman expresó su frustración por la escasa asistencia.. En el segundo día del torneo, el extenista británico Tim Henman criticó la escasa asistencia al partido entre Swiatek y Krejcikova, con apenas 400 espectadores en un estadio de 5,000. Henman calificó la situación como extremadamente decepcionante, especialmente considerando que figuras como Swiatek y Coco Gauff merecen un público mayor.
Destacó que los organizadores de las WTA Finals en Arabia Saudita no dependen de la venta de entradas, que son muy asequibles, y sugirió que deberían promover el evento en comunidades locales y escuelas para aumentar el interés. Además, la elección de Riyadh como sede ha generado un debate sobre las implicaciones morales y políticas del evento.. Chris Evert y Martina Navratilova, figuras históricas del tenis femenino, decidieron no asistir a las WTA Finals en Arabia Saudita, calificando la decisión como un retroceso significativo para el deporte y las mujeres.
Ambas han criticado abiertamente al régimen saudí, argumentando que estos eventos contribuyen a lavar la imagen de un país con serias deficiencias en derechos humanos y equidad de género. Carlos de las Heras, de Amnistía Internacional, explicó que el sportswashing se refiere a cómo ciertos países utilizan el deporte para proyectar una imagen de apertura que no refleja la realidad de sus derechos humanos.
A pesar de las restricciones a los derechos de las mujeres en Arabia Saudita, el país presenta a las mejores tenistas del mundo en un evento de gran prestigio, aunque la respuesta social ha sido decepcionante, con bajos índices de audiencia.. A pesar de las críticas, las ocho jugadoras que participan en el torneo han defendido su presencia, argumentando que puede inspirar a las mujeres en Arabia Saudita.
Sin embargo, la asistencia ha sido baja, posiblemente debido a la falta de interés en eventos deportivos femeninos en la región. El contraste es evidente al comparar este torneo con el Six Kings Slam, un evento masculino que atrajo a grandes multitudes, llenando un estadio de 8,000 asientos. Además, el inicio del torneo en domingo, un día laborable en Riad, ha dificultado la asistencia. Los organizadores esperan que la afluencia de público mejore con la llegada del fin de semana, aunque hasta ahora no se han visto cambios significativos en las cifras de asistencia.
. La WTA destacó la buena asistencia en el primer día del torneo, subrayando su objetivo de atraer a un nuevo público al tenis, un proceso que requiere tiempo. A pesar de la baja concurrencia, las jugadoras mantuvieron una actitud positiva. Iga Swiatek, campeona de tres Grand Slams, expresó su deseo de ver más aficionados, aunque evitó criticar la situación. Por su parte, Barbora Krejcikova señaló que, a pesar del pequeño público, se logró crear una buena atmósfera.
Coco Gauff comparó la situación con los inicios de la WNBA, que también enfrentó dificultades de asistencia, pero que ha crecido en popularidad. Sin embargo, no todos compartieron este optimismo.. El comentarista de Sky Sports, Jonathan Overend, cuestionó la decisión de la WTA de celebrar las Finales en Arabia Saudita, argumentando que hay países donde figuras como Swiatek atraerían un gran público sin necesidad de educar al público sobre el deporte.
Las Finales se llevarán a cabo durante los próximos tres años, y tanto organizadores como participantes son conscientes de que construir una base de aficionados en la región tomará tiempo. La WTA defendió su elección, señalando que es el primer torneo de este tipo en el país y que introducir un deporte a una nueva audiencia siempre es un reto. El ambiente fue más animado durante el partido inaugural entre Qinwen Zheng y Aryna Sabalenka, con un 70% de las gradas ocupadas, gracias al apoyo de numerosos aficionados chinos.
Sin embargo, el interés disminuyó en los partidos de dobles y otros encuentros. La baja asistencia a eventos deportivos femeninos en Arabia Saudita sugiere un problema estructural en la percepción y valoración del deporte femenino en la región, lo que plantea interrogantes sobre el impacto y la sostenibilidad de eventos de esta magnitud en un país donde el deporte femenino a menudo es considerado secundario.
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